En más del 80% de los casos en los que alguien muere de un ataque al corazón, está solo en casa cuando ocurre. La familia o los amigos de la persona pueden estar a su alrededor, pero a menudo no ayudan de ninguna manera, a pesar de que muchas personas son testigos de la muerte que se produce ante sus ojos sin hacer nada por salvar vidas.
Este jueves, el Consejo Europeo de Reanimación Cardiopulmonar celebrará el Día Europeo de la Concienciación sobre la Parada Cardíaca. Han decidido hacerlo advirtiéndonos a todos de cómo nuestras manos pueden salvar a alguien.
El número de personas que mueren por enfermedades cardiovasculares en España es muy superior a las 10.000 víctimas mortales de accidentes de tráfico cada año. Sin embargo, lo más importante son las personas que sufren un infarto agudo de miocardio (IAM) y una parada cardiorrespiratoria antes de llegar al hospital: alrededor de 30.000 mueren por no poder llegar en los minutos u horas en los que se les podría esperar en un día u hora cualquiera durante ese mismo periodo de tiempo; ¡uno cada 20-23 minutos en todo! Esto significa que alguien acaba de morir únicamente por tener este tipo de insuficiencia cardíaca si no hacemos nada al respecto ahora..
El Consejo de Europa ha hecho un llamamiento a la universalización de la RCP, ya que puede aumentar considerablemente las posibilidades de supervivencia de una persona si se realiza correctamente. Esto se debe a que sólo una de cada cinco personas que sufren una parada cardíaca fuera de los hospitales recibe por sí misma técnicas básicas para salvar la vida, como la respiración boca a boca o las compresiones torácicas; y esto viene de una organización cuyo objetivo es la «convivencia pacífica» entre todos los estados miembros»
El presidente del CERCP, Ignacio Fernández Lozano, afirma que en países con altas tasas de RCP por testigos como Suecia o Japón se puede llegar hasta el 50%, pero desgraciadamente las estadísticas de España son mucho peores.
El éxito de la reanimación cardiopulmonar (RCP) depende del inicio y el uso temprano de determinadas maniobras. Se ha demostrado que retrasar estas acciones incluso unos pocos minutos puede provocar un 10% menos de posibilidades de supervivencia, por lo que deben realizarse en un plazo de 3-4 minutos desde el inicio de la situación de RCP si es posible.