Marchena Es sin duda el personaje principal de esta serie. No hay edición que lo excluya. Tiene demasiadas razones para ello. Lo más importante, la capacidad de mantener un estilo propio en comparación con las modas que venían de la capital Sevilla, ya que celebraba los días de la pasión y la muerte de Cristo, haciendo que la Semana Santa fuera única. Si hay algún municipio en el que todavía se pueden ver huellas de los siglos pasados es solo en esta ciudad monumental, que merece solo una visita por su patrimonio arquitectónico, urbanístico y artístico.
Hoy nos centramos en un compromiso (y su expresión icónica) que ha sobrevivido desde que fue uno de los más vigentes en el siglo XVI. hablamos de eso El dulce nombre de Jesús. Para ello, es necesario acudir a las explicaciones del catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla (EEUU), manuel antonio ramos, yace bajo su fundamento. Las cofradías con este título se originaron en el siglo anterior al amparo de la orden de los predicadores (dominicos) y su finalidad principal era luchar contra la blasfemia, es decir, contra la mala costumbre de usar el nombre de Dios sin rodeos. “Según el lema de Pío V, había que erigir en su convento una cofradía con el nombre de Jesús, por lo que litigaron con la cofradía parroquial”, en este caso, la fundada en San Sebastián y que nos relata ahora.
El primer documento que registra la existencia de esta corporación data de 1566, aunque hay claros indicios de que su antigüedad se remonta a una década antes. Del mismo modo, el primer registro del fallecimiento de la cofradía se registra en 1570, que celebra el día en que lo hace hoy, Jueves Santo por la tardeque en el siglo XVIII lo defendió en un pleito con la fraternidad del mismo nombre ubicada en el convento de los dominicos, que buscaba un tiempo de arrepentimiento en el mismo día.
Sin duda, estamos ante uno de los temas más populares de la imaginería barroca, la de los Divinos Infantes, quien primero revela, en palabras de Ramos, el misterio de la humanidad de Cristo a través del primer derramamiento de sangre en la circuncisión. Y se nos dice primero porque después, ya a mediados del siglo XVI, su pasión y muerte también se manifiestan a través de la bebida de asociación de grabados flamencos y metodistas. Jerónimo Wierix.
Rasgos
El profesor Hernández Díaz atribuye la imagen del Dulce Nombre de Jesús de Marchena Seán Ó Oviedopor lo que se añadiría a principios del XVII, cuando esta diligencia está en pleno apogeo y tras los primeros modelos establecidos por Jerónimo Hernándezquien es pariente relativo de Dulce Nombre de Jesús de la Quinta Hermandad de la Angustia de Sevilla, quien también salía en Semana Santa y ahora lo hace en la Parroquia de Corpus Christi en la Parroquia de Magdalena.
Investigaciones recientes, sin embargo, apuntan a que su factura procedía de un barroco más desarrollado, por lo que puede ser obra suya. José Montes de Ocapor las similitudes que presenta con los grupos familiares de este artista, como San José que es venerado en la iglesia de San Antonio Abad o la Virgen Niña con Santa Ana del Salvador, ambas en la capital.
Si bien no hay indicios claros de cuándo comenzó a aparecer esta imagen, tan común en la Semana Santa Marchenera, lo cierto es que se toma como referencia a 1722, año en que se soltó la túnica morada para la marcha de los debidos rezos. con la falta de lluvia. Luego cargó una cruz sobre su hombro y una corona de espinas. Era un tiempo en que se vendía el suplicio con el que la fraternidad se había arrepentido.
la fraternidad
Desde entonces su imagen recorre cada Jueves Santo, desde las 19:30, las calles de este pueblo. Lo hace vistiendo un vestido carmesí oscuro -Bordado en 1864 (uno anterior de 1802)- y uno de los rasgos más distintivos que conserva Marchena y común en otros municipios sevillanos y en la propia capital: la piña barroca. Se trata de una moneda de oro tallada, realizada en la primera mitad del siglo XVIII, que contiene las figuras de los cuatro evangelistas, un nutrido grupo de ángeles, querubines y otros elementos decorativos, como volutas, volutas, flores y espejos.
Para la salida del arrepentimiento, la imagen se adorna con una melena de tirabuzones, una corona de espinas y poderes de plata dorada y se carga de una cruz plana de plata de primera ley, que data de la primera mitad del siglo XVIII, que tiene los símbolos de la pasión superpuestos en sus dos caras, englobados en 30 cartuchos y grabados a buril. Las manos quedan en una actitud que bendice al pueblo.
La segunda fase de la fraternidad está dominada por la imagen de la Hermandad virgen de la misericordiaactualmente correspondiente a la talla considerada por los expertos como obra del escultor valenciano José Tena (principios del siglo 20). También de la ciudad del Turia procede el bordado de su dosel rojo, que salió en 1922 de un taller basta burillo.
los cuartos
Otra de las peculiaridades es la procesión penitencial la guardia romana con él (techo del participante en la escena de la Captura decimonónica), su grupo musical y, en especial, los cuartos cantados con el Dulce Nombre, la sátira del propio Marchena -a la que nos referimos en la tercera edición de esta serie-, algo que no está en flamenco, así lo canta todo el pueblo y del que transcribimos a continuación, para despedirnos, una de las letras más populares:
“Ese niño pequeño
carga con esa cruz,
que puede ayudar
Dulce Nombre de Jesús »
Un motivo más para visitar este pueblo de la campiña sevillana es cuando la pandemia ha pasado y una de las representaciones más llamativas de la Pasión de Cristo se deja ver por sus calles.